El presidente filipino, Rodrigo Duterte, dijo que asume «toda la responsabilidad» de la mortífera campaña antidrogas que comenzó cuando llegó al poder y que ha dejado miles de muertos en redadas policiales y otros incidentes.
«Si hay alguien que debería ir a la cárcel, debería ser yo. Pero debería ser un tribunal filipino el que me juzgue», dijo la noche del jueves el controvertido presidente durante un discurso con tono desafiante hacia la Corte Penal Internacional, que le dio a la Luz verde a una investigación por crímenes de lesa humanidad en esta campaña impulsada por Duterte.
Las declaraciones del presidente filipino, que finaliza su mandato a mediados de 2022, se producen después de que el Departamento de Justicia de su país cuestionara esta semana la versión oficial sobre la muerte de 52 presuntos traficantes asesinados por la Policía durante la guerra contra las drogas.
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