La participación electoral había aumentado marginalmente a primera hora de la tarde del lunes en los 11.000 lugares de votación en Túnez a medida que disminuía el calor, pero no había filas en los lugares de votación y el público votante mostraba poco entusiasmo por el referéndum constitucional en curso, una señal de la innegable indiferencia de la mayor parte del público.
La participación se situó en el 21,85 por ciento a las 19:30 horas, dos horas y media antes del cierre de las urnas, porcentaje demasiado modesto -dicen muchos- para que el presidente Kais Saied pueda reclamar verdadera legitimidad para su controvertido esfuerzo político, que ha sido criticado por juristas y boicoteado por la oposición política.
Dada la rapidez con la que se organizó el referéndum -con la nueva Constitución prospectiva redactada en menos de un mes a puerta cerrada y hecha pública recién el 30 de junio, modificada luego el 8 de julio- algunos admitían este lunes a Córdoba Noticiasque no habían incluso leyeron el texto pero estaban convencidos de que aprobarlo podría «salvar» a la nación.