La calma desciende en la frontera entre Marruecos y España tras una noche de enfrentamientos

La calma volvió a la localidad marroquí de Fnideq, en la frontera con el enclave español de Ceuta, el jueves por la mañana tras una noche de enfrentamientos entre policías antidisturbios y grupos de migrantes.

Los migrantes se manifestaban después de que los guardias fronterizos marroquíes cerraran la frontera con Ceuta luego de tres días turbulentos en los que unas 8.000 personas cruzaron ilegalmente el territorio español.

Algunos grupos arrojaron piedras a vehículos policiales y quemaron una motocicleta cuando las tensiones estallaron el miércoles por la noche.

Pero esta mañana Fnideq pareció volver a la normalidad a pesar de la fuerte presencia policial. Solo quedaron algunos de los migrantes que ayer llenaban las calles de la localidad marroquí, que a pocos kilómetros del paso fronterizo de Tarajal.

De los aproximadamente 8.000 que traspasaron la frontera de Ceuta, unos 5.600 fueron devueltos a Marruecos en menos de 48 horas.

Unos 1.500 menores no acompañados que entraron en Ceuta han sido acogidos en centros de detención.

El gobierno de España ha instado a otras regiones españolas a ayudar a aliviar la situación en Ceuta reubicando a los menores.

Las autoridades de la Comunidad de Madrid acordaron acoger de 20 a 200 menores que ya habían llegado a Ceuta antes de la última afluencia.

Ceuta ha facilitado un número de emergencia para las familias en Marruecos que buscan a sus hijos. Muchos menores dejan a sus familias en casa sin su consentimiento.