Santander, 1 feb (EFEAGRO).- Apicultores cántabros se han concentrado este miércoles en Santander para que se conozca la situación «actual y real» del sector, que han asegurado que es de «gran incertidumbre» por «la inmovilización total» de la venta de la produccion de miel.
El responsable del sector en UGAM-COAG y apicultor, Manuel Barquín, ha señalado a los periodistas que cerca del 70 por ciento de la producción de 2022 está en almacenes, porque apenas se han hecho ventas y las realizaciones «ha sido a precios inferiores a los que había en 2021».
«Prácticamente no hay movimiento, la gran industria de la distribución ha apostado por las mieles low cost de origen chino, ucraniano o polaco», ha explicado Barquín, quien ha asegurado que esta situación no afecta sólo a España sino también a Francia e Italia.
Este apicultor ha anunciado que cuando un granel está por debajo de 3 euros «no puede ser miel». «Nadie vende para morir», ha subrayado.
Barquín ha insistido en que el origen de la miel es «más que dudoso» y que ha afirmado que «es difícil de detectarlo porque en Europa no están homologadas las técnicas químicas que permiten saber si es miel o es glucosa de origen cereal como el maíz o el arroz».
«La principal ayuda ahora sería combatir el fraude, claro que pedimos ayuda pero si se combate el fraude, los problemas empiezan a desaparecer», ha apuntado el responsable del sector apícola de UGAM-COAG.
Y ha resaltado que el problema es cuando el apicultor no puede vender lo que produce porque no lo compran o porque «tiran el precio», lo que supone un fraude al productor y al consumidor.
Además, ha recordado que la apicultura no solo produce miel, sino que todos los alimentos que se fabrican a través de la polinización.
«Podrán importar algo que llamen miel, porque si fuera miel no les saldrían las cuentas, somos competitivos con cualquier miel del resto del mundo pero no somos competitivos con glucosa de arroz y de maíz», ha subrayado Barquín.