Las expresiones de cansancio y preocupación en los hospitales venezolanos se transforman en sonrisas cuando los payasos del Doctor Yaso cruzan la puerta.
Aligerar el ambiente en clínicas, albergues juveniles y otras instituciones es la principal prioridad de los 2.800 voluntarios de esa organización no gubernamental, que durante los últimos 17 años ha buscado combatir el desánimo asociado a la enfermedad y la aguda escasez de suministros en ese país azotado por la crisis. país.
Vestidos con batas de laboratorio y calcetines, leotardos, pañuelos y tocados de colores brillantes, los payasos comienzan su visita reuniéndose en un círculo y reuniendo la energía positiva que necesitarán para entretener a su audiencia.
Luego comienzan a moverse por las instalaciones, contando chistes e imitando a los médicos y otro personal médico mientras hacen sus rondas apresuradamente.
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