Quedan pocas esferas en el mundo moderno que permanezcan predominantemente en el reino de los hombres, pero uno de los últimos vestigios del machismo seguramente será la plaza de toros.
Esto hace poco para disuadir a Miriam Cabas, una joven de 20 años de cara dulce de la pequeña ciudad de Los Barrios, al otro lado de la bahía de Gibraltar, en el suroeste de España.
Miriam, que se describe como una amante de los animales, está en su primer año en la universidad estudiando para ser veterinaria, pero en su tiempo libre persigue su sueño de toda la vida de convertirse en torera.
«Siempre he sabido exactamente lo que quería hacer en la vida: estudiar veterinaria y entrenar para ser torera», dijo en una entrevista en el Olive Press.
«Me encantan los animales y me encanta el toro bravo, ¡sobre todo!»
Fue su abuelo quien le despertó el interés por los bueyes y la matriculó en una escuela taurina de Algeciras con cinco años.

“Mi abuelo Gregorio fue quien me presentó desde pequeño y me enseñó todo.
«De joven quería ser torero, era uno de los viejos maletillas y yo heredé su sueño, que ahora es el mío», ha explicado.
No cabe duda de que su abuelo estaría orgulloso.

El pasado verano debutó en el ring de Aracena donde actuó tan bien que fue premiada con dos orejas y se llevó a cabo fuera de la arena sobre los hombros de sus compañeros masculinos.
«Fue y creo que seguirá siendo uno de los días más sorprendentes de mi vida», recuerda.
A la pregunta de si era más difícil para una torera tener éxito, dijo: «Al toro no le importa si eres hombre o mujer, así que los retos en la plaza son los mismos».
Pero admitió que como mujer se siente un escrutinio adicional. «En cuanto a los espectadores, siento que me miran con una lupa y se espera mucho de mí».
Pero se niega a clasificarse como feminista, creyendo que estas etiquetas carecen de sentido.
“No, no soy ni feminista ni maschista. Creo y lucho por la igualdad. Debemos levantarnos cada día y luchar por nuestro sueño, pase lo que pase. El género no es un problema ni una diferencia”.
Quizás un reto mayor es que Miriam está intentando forjar una carrera en un momento en que la opinión se está girando en contra de las tradiciones culturales más tradicionales de España.

Las encuestas revelan que la opinión pública está cada vez más en contra de las corridas de toros, puesto que el lobi de los derechos de los animales de España ha crecido en fuerza y ha encontrado aliados políticos en el gobierno de coalición de izquierdas.
Pero Míriam no está de acuerdo en que la tauromaquia esté en marcha.
“La tauromaquia vuelve a estar en auge y se nota en el número de personas, y de jóvenes, que acuden una y otra vez a las corridas”, dijo.
“Hemos pasado por varios años en los que la gente estaba inhibida, y admitir que eras un aficionado a las corridas de toros era casi un delito. Pero todo está cambiando y la gente se ha dado cuenta de que debes tener la libertad de decidir por ti mismo».
«Mientras haya aficionados a los toras, esto continuará», ha insistido. «Y hay muchos de nosotros que estamos locamente locamente enamorados».
Córdoba Noticias