Un candidato a la prueba de conducción escrita hizo un esfuerzo extraordinario por aprobar el examen utilizando material de alta tecnología en el centro de pruebas de Alicante.
Las pruebas de conducción en España no sólo implican un examen práctico «en carretera», sino también un trabajo escrito de teoría con respuestas de respuesta múltiple.
Un marroquí de 39 años almeriense sintió que necesitaba ayuda cuando sentó el diario en la sede de tráfico de la Guardia Civil en Alicante el 25 de mayo.
Montó un sistema electrónico complejo para asegurarse de que obtiene las respuestas correctas.
No se sabe si su conocimiento de la lengua castellana contribuyó a su decisión de tomar medidas extremas.
Se colocó una microcámara dentro de un botonero de la manga de la camisa para transmitir las preguntas del examen mediante un transmisor, enganchado a su cuerpo.

La cámara escaneaba las opciones de cada pregunta y su amigo comunicaba la respuesta correcta mediante un receptor vibratorio.
Los agentes de la Guardia y los examinadores sospecharon del examinado que parecía nervioso y se movía extrañamente.
El hombre fue cacheado tras la prueba y se le descubrió el equipo.
Se enfrenta a una multa y se le prohibirá volver a presentarse en la prueba durante seis meses.